sábado, 1 de noviembre de 2008

Breve Historia Urbana de Hermosillo.

Jesús Félix Uribe García.
1º Edición. Sociedad Sonorense de Historia. 1987.
3º Edición. La Diligencia. 2005.
21 Cm. 53 Pp. Ilustraciones.


PROLOGO.

Varias rancherías, pueblos y villas han vivido en el sitio donde actualmente se levanta la población de Hermosillo. Sus calles han tomado cientos de cursos conforme se levantaban casas o se derrumbaban edificios, las plazas y paseos públicos cambian de ambiente en cuestión de años. Los rincones donde antaño disfrutaban la tarde tomando una taza de café pueden, al paso de una generación, convertirse en ruinas o centros comerciales. La historia de una ciudad es la historia de sus ambientes, formados por el diario vivir de sus habitantes, transformado por la adaptación de nuevos usos y costumbres.La historia del ambiente urbano es tan compleja como sean las relaciones sociales, cambiante de acuerdo a nuevos moldes y calidades espaciales creados o adquiridos. La historia del ambiente debemos buscarla en los pequeños detalles de la vida cotidiana, no pasar por alto hechos tan aparentemente simples como la inauguración de una cafetería, o las calles por donde "pasaban" los desfiles. Ambos acontecimientos dan al espacio un sentido distinto, lo transforman al convertir el lugar y calles en centros de reunión. El ambiente está formado más por las miles de personas que andan en las calles entrando y saliendo de edificios, bares, hospitales, dándole vida a las plazas, etcétera, que por algunos grandes hombres y sus hazañas. Aunque en determinados momentos algunos gobernantes, con visión urbana, pueden alterar por completo la estructura física de una población. Pero aun así, poco pueden hacer para evitar, por un largo período de tiempo, el que un grupo de alcohólicos o desempleados tomen una plaza como lugar de reunión.
Este trabajo es un primer intento por comprender la historia urbana de Hermosillo, buscando en los pequeños detalles de la vida diaria el motivo. Enmarcados en los acontecimientos de mayor importancia, la intervención francesa, la revolución mexicana y la década de 1940. Tratamos de periodizar de acuerdo a los momentos de esplendor urbano y a los períodos de decadencia, relacionándolos con las comunicaciones hacia el exterior. Los caminos, como formadores de ciudades, explican gran parte de su historia. Por ellos reciben el comercio y las noticias, por los caminos sale la producción que da vida a las poblaciones.Hago patente mi agradecimiento a los comentarios del ingeniero Armando Hopkins Durazo y al futuro Doctor en Historia Miguel Tinker Salas, que dieron un poco más de orden a lo escrito. Igualmente al compañero Julio César Montané Martí por sus observaciones sobre el material gráfico.

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